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Ejercita tu cerebro

Hace un par de meses hablamos sobre cómo el ejercicio puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer, pero ¿qué pasa con el cerebro? Una gran cantidad de información respalda la idea de que la actividad física es buena para el cerebro, pero exactamente cómo sigue siendo un misterio.

Un nuevo estudio, publicado este mes en la revista eLIFE, sugiere que el ejercicio extenuante cambia beneficiosamente cómo funcionan ciertos genes dentro del cerebro de un ratón. Aunque el estudio se realizó con ratones, y no con personas, ¡hay signos alentadores de que también estamos viendo beneficios similares!

Los científicos saben desde hace años que los cerebros de los animales y las personas que hacen ejercicio regularmente son diferentes a los cerebros de las personas sedentarias. Por ejemplo, los experimentos en animales muestran que el ejercicio induce la creación de nuevas células en el hipocampo, una parte del cerebro esencial para la memoria y el aprendizaje.

Los investigadores creen que el ejercicio ayuda en parte al aumentar la producción del cuerpo de una sustancia llamada factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés), una proteína a la que a veces se hace referencia como "Miracle-Gro" para el cerebro. BDNF ayuda a las neuronas a crecer y fortalece las sinapsis que las conectan, lo que permite una mejor función cerebral.

Para completar el eLife estudio, los investigadores utilizaron un grupo de ratones sanos para examinar microscópicamente y realizar ingeniería inversa de los pasos que conducen a un aumento de BDNF después del ejercicio. La mitad de los ratones se colocaron en jaulas que contenían ruedas para correr, mientras que los demás no. En el transcurso de un mes, los que vivían con ruedas corrían a menudo, generalmente recorriendo varios kilómetros por día, mientras que los demás permanecían sedentarios. Los niveles de BDNF eran mucho más altos en los cerebros de los corredores y el gen particular conocido por crear BDNF era más activo entre los ratones que hacían ejercicio que entre los que no lo hacían.

Aún se desconoce si los mismos mecanismos que ocurren en los ratones ocurren en nuestros propios cerebros cuando hacemos ejercicio. Generalmente, sin embargo, este proceso requiere esforzarse durante una hora o más. Si la idea de una hora o más de ejercicio cada día parece abrumadora, programe una cita en línea en su clínica PTC local para ptcentral.org. Si está listo para comenzar una rutina de ejercicios, uno de nuestros fisioterapeutas expertos puede ayudarlo a garantizar que su cuerpo sea lo suficientemente fuerte para realizar actividad física y ayudarlo a elaborar un plan para ponerse en movimiento.

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